Colección: Vlady

Vladimir Víktorovich Kibálchich Rusakov (Владимир Викторович Кибальчич Русаков), mejor conocido como Vlady (Petrogrado, 1920 - Cuernavaca, México, 2005), fue un pintor y grabador ruso-mexicano.

Nace en plena Guerra Civil Rusa. Hijo del notable escritor y político comunista Víctor Serge (de nombre real Víktor Lvóvich Kibálchich), quien había nacido en Bélgica. La madre de Vlady, Liuba Rusakova, procedía de una familia de comunistas y fue durante una breve periodo estenógrafa en francés de Stalin. Vlady fue por tanto un auténtico heredero de la ideología comunista y con relativa empatía con el trotskismo, y sufrió al lado de sus padres la persecución emprendida por el régimen totalitario de Stalin contra disidentes en la Unión Soviética. Durante algunos años padre e hijo fueron confinados a un campo de trabajo del Gulag en Oremburgo, Siberia, mientras que su madre, fue remitida a una clínica psiquiátrica.

En 1936, Stalin anunció la liberación de su padre al exilio y la familia fue acogida en Bélgica. Posteriormente, emigró a Francia, país donde Vlady decidió encauzar su vida al desarrollo artístico. Entró en contacto con André Breton, Berdayev, Joseph Lacasse, Pierre Pascal, Wilfredo Lam, entre otros. En 1941, padre e hijo emigraron nuevamente debido a la ocupación de Francia por parte del ejército alemán bajo el régimen nazi, y emprendieron el viaje hacia la Martinica, República Dominicana y luego a Cuba con la esperanza de conseguir un visado e internarse en los Estados Unidos. Sin embargo, fueron rechazados sistemáticamente en estas naciones debido a su filiación comunista. Entre tanto, la madre de Vlady permaneció en un hospital psiquiátrico de Aix-en-Provence, donde murió en 1984.

Finalmente, en 1941 fueron acogidos en México meses después del asesinato de León Trotsy, quien también había sido acogido en dicho país. Vlady estableció contacto con simpatizantes del comunismo y entre ellos se encontraban Frida Khalo y Diego Rivera.

En 1949 Vlady decidió adoptar la nacionalidad mexicana. A partir de entonces, emprendió su participación constante en exposiciones e inició largos recorridos por Europa en los que exponía sus mejores trabajos. Instigador de la Generación de la Ruptura, se acercó a Alberto Gironella, Héctor Xavier, Enrique Echeverría y José Luis Cuevas, quienes, a la par de Rufino Tamayo, marcaron una escisión de la corriente nacionalista y buscaban terminar con la hegemonía de los tres grandes, Siqueiros, Orozco, Rivera, estableciendo los derroteros del Nuevo Arte Moderno a partir de los años 1950.